Este 7 de diciembre las cuadras del
Barrio Santa Teresita se vestirán de magia y color, y estarán acompañados de la música
“parrandera” que le dará ese toque infaltable en tiempos decembrinos.
Los
habitantes de la 85 c en Santa Teresita llevan más de 30 años regalándole a Medellín una cuadra llena
de esplendor, que incluso podría considerarse atractivo turístico, debido a la
gran cantidad de personas que concurren en dicho lugar.
Tradicionalmente
el barrio Santa Teresita de la comuna 12 se ha destacado por sus bellas casas,
iluminadas en torno a la época navideña, belleza que se resalta mucho más el
día 7 de diciembre, más conocido como “día de las velitas” celebración que surgió
como una fiesta religiosa, y que se ha convertido en una arraigada tradición
cultural, hecho que se evidencia en las calles de Santa Teresita al hacerle
gala a una de las fechas más esperadas del año, llenando sus casas de luces y
color.
El 7
de diciembre es el día insignia para los habitantes de la calle 85 c con la 35 ,
los cuales convierten las fachadas y antejardines de sus hogares en verdaderas
obras de arte, llenas de hermosos faroles que evocan lo más profundo del
espíritu navideño.
Todas y cada una de las casas de la cuadra, se hacen
participes de esta tradición, celebrada desde el año 1981, ya que como afirma Mariela
Alvarez, una de las residentes de la calle 85 c, desde que llegó al barrio la
recibieron con los brazos abiertos, y la invitaron a que su familia hiciera
parte de la ya mencionada práctica de decorar sus hogares y calles con faroles
y luces navideñas.
“Esta costumbre surgió hace más de 30 años, al empezar
con un costurero” comentó Mariela Álvarez, quien cuenta cómo un grupo de
fundadoras del barrio, que en un principio eran un costurero, lograron
consolidar la tradición de unir al barrio en torno a las fechas de fin de año,
como lo es el 7 de diciembre y la organización de las novenas de navidad.
La ya mencionada celebración no solo ha hecho de la cuadra un lugar
reconocido por su maravillosa parafernalia navideña, sino que también ha
permitido que las familias del resto del barrio deseen seguir con la tradición,
contribuyendo a generar valores de unión, respeto y paz entre los vecinos, los
que a su vez se han vuelto más sociables, adquiriendo mayor sentido de
pertenencia para el barrio al que pertenecen.
Por: @Inlondo