El urbanismo moderno, en la mayor parte del mundo ha
entendido, que la cubierta vegetal, además de ser estéticamente más hermosa que
el cemento, es imprescindible, para que haya un clima estable, unas
temperaturas agradables, así mismo favorece la fauna la flora y disminuye la
contaminación.
Ese odio por los arboles, esa indolencia por la naturaleza,
ese deseo de cubrir de cemento toda zona verde, nos lleva a observar actos como
matar toros a pata, descuartizar caballos vivos y talar árboles saludables, solo
porque a una vecina no la deja chismosear para la calle, porque a un señor no
le gusta porque "está muy grande".
Si bien cuando se siembran los arboles hay muchas cosas que
no se tienen en cuenta, los que están ya crecidos, han tenido que vivir cerca
de 30 años para llegar a su tamaño actual, ósea que tendríamos que esperar casi
20 años como mínimo para tener arboles tan frondosos como los que tenemos
actualmente.
Hoy somos testigos de arboricidio, que pude detener por 2
años, pero que la presión de unas señoras con mucho tiempo libre y una
administradora desalmada e insensible, han desbordado su odio hacia la
naturaleza y logrado la tala de unos hermosos arboles, que solo necesitaban amor
y tratamiento especial.
Seguimos sumidos en la disyuntiva del progreso inclemente
con el medio ambiente y de las personas miopes, que desean un desierto, para
después quejarse "por el calor" "por las lluvias
excesivas", sin caer en cuenta que su insensibilidad, nos está llevando
hacia allá.
Qué comuna queremos ¿un desierto de cemento? recalentado por
el sol, polvoriento y desagradable ¿o queremos seguir viviendo en barrios
agradables, arborizados, frescos, sanos y sobre todo ecologicos y muy hermosos?
Defiende el arbol de tu esquina, cuidalos y piensa que no es por el arbol, es
por ti, por tu salud, por tu vida, cuida la naturaleza y respeta la vida de las
demás especies vivas del planeta.
NO MÁS TALA INDISCRIMINADA DE ARBOLES ….
PEDRO PABLO ARISMENDI SOSSA
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